Capítulo IV - Reencuentro
Ya era el tercer día de la semana y apenas te había podido ver sólo en uno. Hoy tenía las esperanzas de que no me ocurriera -o más bien, a Cristal- una desgracia que me arruine ese día también...
El reloj daba las diez mientras la campana marcaba el inicio del receso... Salí temeroso por temor a no encontrarte, pero decidido a ir a buscarte. Estupefacto se quedo mi corazón al verte allí sentada, nuevamente con tu libreta de desahogos; estabas mas radiante que la vez anterior, sentada con los pies cruzados encima del banco.
Al percatarte de que me acercaba me lanzaste una leve sonrisa y cerraste tu libreta; me invitaste a sentarme a tu lado...
-¿Como estas? Comenzaste tú rompiendo el hielo.
-¿Bi-bien, y tú? ¿Te sanaste?
-Se podría decir que sí, no me quejo. De lo que estoy segura es que estoy mejor que antes...
Horas parecieron los simples 30 minutos que pasamos juntos. No imagine que fuese cierta esa magia que transformaba el tiempo, como si este fuese insignificante.
Ya empezábamos a crear una amistad, idea que me tenía bastante emocionado. Ese día, al final de clases estaba decidido a buscarte y hablar un poco más contigo pero el autobús ya te esperaba en la puerta; me entristecí al no poder verte. Ya tenía que esperar al día siguiente para volver a hablar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario