Durante un largo tiempo estuve equivocado. Creí que la lógica lo era todo y por largo tiempo me dejé guiar por ella, pero cuando llegué al final del túnel me di cuenta que no tenía salida, que no había lugar alguno al cual dirigirse, así que no me quedó de otra más que tomar el mismo camino de regreso.
De vuelta al inicio veía cada uno de los pasos que había dado y los errores que había cometido en el camino. Al tener esa perspectiva de las cosas intenté cambiarlas, pero como era obvio, no podía, pues lo hecho, hecho estaba y el reloj no da vuelta atrás.
No tuve más opción que aprender de ellos y seguir caminando.
Llegado al lugar de donde partí tomé el otro camino, el real, dejando en el pasado, mas no olvidado, el antiguo camino.
Ahora es que me doy cuenta de que este es el camino correcto, el que tiempo atrás debí elegir, pero no perderé el tiempo lamentándome por lo que debí hacer y no hice, ahora dedicaré mi tiempo a disfrutar de este camino mientras intento no dar los mismos pasos que ya había dado...
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