Porque eres diferente,
porque siempre estuviste ahí,
porque siempre me apoyaste,
porque nunca dejaste que me hundiera en mis problemas,
porque te quiero,
porque nuestra amistad será eterna,
porque entre nosotros la distancia no existe,
porque Dios así lo quiso,
porque el destino también puso de su parte,
porque tú también así lo quisiste...
Por todo eso y miles de condiciones más es que hoy en día te considero una persona especial, como ninguna otra en este planeta, capaz de hacer mis días más felices y más fáciles de llevar, y con el don de sacarme una sonrisa aunque este hundido en la más grande depresión...
Al Señor le agradezco por permitirme encontrar, en este camino de piedras, un diamante tan precioso y valioso como lo eres tú... Te Amo!
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